Para comprender de qué se trata este deporte, es necesario entender el origen de la palabra trekking. La misma deviene del idioma inglés, traducida al español debemos hablar de senderismo.
Esto se refiere a la práctica (deportiva o turística) de caminatas a través de sendas o picadas que recorren bosques, montañas, selvas, etc.
Trekking en el Parque Nacional Nahuel Huapi
Esta zona tiene una larga historia, debido a que anterior a la creación del Parque Nacional Nahuel Huapí (en 1934) ya era un destino turístico elegido por andinistas y esquiadores. Un ejemplo de esto es la creación, en el año
1931, del Club Andino Bariloche, que junto con el Club Andino Esloveno fueron los precursores en trazados de picadas y construcción de refugios.
Varios senderos fueron transitados por los pobladores originarios residentes en la zona. Estos fueron luego utilizados por misioneros, esclavistas y conquistadores. Otros caminos de posterior origen, fueron realizados por las comisiones de límites a comienzos del siglo XX y por los primeros colonos blancos asentados en la región.
Pero es recién con la creación del Parque que se desata el desarrollo de los deportes de montaña.
El Parque cuenta con una excelente infraestructura a nivel de servicios, señalización de senderos, circuitos con varias opciones, etc. La mayor cantidad y los mejores senderos se encuentran ubicados al sur del lago Nahuel
Huapí, entre el lago Mascardi y el valle del Challhuaco, y el límite con Chile. Sin embargo, en toda la extensión del Parque existen sendas, aunque con escasa señalización, sin refugios, más agrestes, preferidas por aquellos que prefieren lugares más vírgenes y naturales. Ejemplos de esto es el área de Villa Traful, el sendero a través del bosque de arrayanes de la península de Quetrihué en Villa La Angostura, o las sendas que llevan a las lagunas Las Mellizas.
Las sendas varían en sus dificultades y características, su señalización y mantenimiento; si es necesario caminar sin señalización alguna (al rumbo), abrirse camino a través de malezas, vadear arroyos o ríos, etc.
Algunos de los más conocidos y de menor dificultad son los que llevan al refugio López o al mirador de las Piedra de Habsburgo, la caminata del Paso de las Nubes que une Pampa Linda con Puerto Frías (2 días de duración), la senda al Saltillo de las Nalcas (media hora de duración solamente), al Ventisquero negro y el sendero al refugio Otto Meiling. Éste último tiene aproximadamente cinco horas de ascenso. Parte de la seccional de Guardaparque, luego se vadea el río Castaño Overo y se asciende a el pedrero.
Una de las más antiguas y conocidas, es la picada eslovena que sube a la laguna Tonchek (Tončhek) al pie de las agujas del Catedral. Allí se encuentra el refugio Frey, abierto todo el año y no accesible con vehículo. Muchas personas toman como opción el ascenso mediante la aerosilla hasta el filo del Catedral, para luego bajar por la laguna Schmoll.
Otro tipo de travesía de exigencia media es la que une los refugios Frey y San Martín (laguna Jakoh), por la cual se transita el filo del cerro Catedral, el valle del Rucaco y el filo del cerro Brecha Negra. La misma tiene una duración de ocho horas y a veces es completada con el descenso al lago Mascardi por el valle del arroyo Casalata.
También, de muy alta dificultad, para las cuales es obligatorio contratar a un Guía de montaña habilitado, las picadas que unen los refugios San Martín y Manfredo Segre (laguna Negra) de extensa duración, doce horas, y entre éste y la laguna Illón.
Otra opción es ascender al volcán Tronador, el cual posee varias senderos que llegan a sus imponentes glaciares.◊
-Fuente S&B
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